Después de varios meses estoy de regreso.
Sigo patinando, poco menos, pero sigo arriba del longboard.
Regreso algo triste, la verdad. El deporte no es lo que era pero espero que vuelva a la normalidad.
Antes se patinaba por convivir, por pasarla bien, por conocer gente, por competir pero siempre persiguiendo ganas de buena vibra entre los amigos o conocidos. Antes, el patín, era por divertirse, ahora es por sentirse "alguien". Antes se patinaba por tomar sol con los amigos, por pasear y carvear con la banda. Ahora no. Ahora se hace por conseguir patrocinios, por ganar dinero, por demostrarle al que está al lado que uno es mejor y más atrevido. Ahora se patina por presumir trucos, no por compartirlos.
No está mal. Como todo deporte, el longboard necesita crecer y para eso se difunde. Lo que entristece es que pierda su esencia... su raíz.
Sin tanto choro, espero que sigan visitando éste, su blog de confianza.
Salud y buen ride a todos.